En el túnel de lavado


Hoy celebra el túnel de lavado
que vienes, y que en sus entrañas voy a penetrar en tus entrañas;
que vamos, y que nos vamos a ir yendo
escondidos entre las idas y venidas de los cepillos,
con la suavidad siglo veintiuno del jabón industrial por litros
envuelta en el duro papel de regalo
del asiento de atrás, mientras por delante
nos cubre el agua y nos invade la limpieza
la capa más externa de nuestro cuerpo.

Este Ibiza rojo que tomó su color en tu honor,
aunque nunca lo uses, el rojo,
para ponerte colorada cuando pagamos la ficha al encargado.

Después de amarte tanto y tan rápido podrías, por lo menos,
fingir que te he removido la sangre lo suficiente
como para que haya tenido que subir en ascensor
hasta las mejillas
para tomar un poco el aire de este aniversario. 

Hoy celebra el túnel de lavado.

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